Una leyenda y un sabroso plato de arroz indio
Seguramente has escuchado en múltiples ocasiones que el arroz engorda, es calórico o que debes consumirlo pocas veces en la semana o preferiblemente en su forma integral. ¿Sabes qué? Puede que tengan razón en algunos aspectos, pero ¿acaso te han hablado también de sus beneficios y diferentes formas de disfrutarlo? Una de las cocinas del mundo en la que destaca este alimento milenario es la india, rica tanto en variedades del grano como en gustosas recetas.
El arroz es el cereal más consumido en el mundo y el segundo más cultivado después del maíz. Su fuerte extensión partió del Sudeste asiático, entre la India y China. Es el alimento básico de cerca de 3.000 millones de personas y en muchas partes aún es un alimento fijo en cada comida. En muchas culturas simboliza la vida, la fecundidad y la alegría.
Cuenta una leyenda de origen hindú que Shiva (Dios de la India), decidió un día crear la mujer perfecta, una joven bella y bien educada a la que llamó Retna Dumila, que significa “joya radiante”. Sucedió que la hermosa y espléndida mujer lo cautivó de tal manera que Shiva le pidió matrimonio, pero la doncella lo rechazó.
Ante la insistencia del Gran Dios, Retna puso una condición: debía encontrar un exquisito y sagrado alimento que convenciera su corazón y del que nunca se aburriera, aunque lo comiese todos los días.
Shiva y sus mejores hombres buscaron durante años y sin cansancio aquel alimento sagrado, pero no hubo éxito y Retna murió de tristeza en sus brazos. La enterraron en un panteón de plata y unos días después, a su alrededor, comenzó a crecer una pequeña planta llamada Padi. Al verlo, Shiva comprendió que en la planta yacía el bondadoso espíritu de la hermosa mujer.
Fue en ese momento que Shiva entendió que Retna Dumila había creado este manjar para felicidad de los mortales y pidió repartir sus semillas entre los hombres pues desde ese día ese sería su alimento principal y fuente de felicidad.
El arroz, un alimento sagrado y nutritivo
Este cereal se compone en mayor medida de almidón, que es un hidrato de carbono de origen natural del que obtenemos la mayor parte de la energía que necesitamos para completar nuestros procesos vitales. También está compuesto por proteínas que favorecen la digestión y como punto extra no contiene gluten, por lo que forma parte de la dieta de celíacos y personas con problemas digestivos.
Contiene 8 aminoácidos esenciales que son aquellos que nuestro organismo no puede sintetizar por sí solo, por tanto, debemos obtenerlos a través de la alimentación, pues también favorecen ciertas funciones como la digestiva y la reparación de tejidos.
Su bajo contenido en grasa lo convierte en un acompañante perfecto para otros alimentos altos en este macronutriente, y su riqueza en fibra nos aporta vitaminas del grupo B y minerales como calcio, hierro, magnesio o potasio. Un consumo recomendado de arroz puede oscilar entre 3 a 4 veces por semana.
¿Arroz blanco o arroz integral?
El arroz integral es una variante de grano más duro y oscuro que requiere de una cocción más lenta y prolongada. Tiene múltiples beneficios para la salud y es un gran aliado para quienes desean perder peso. Probablemente te hayan dicho que este arroz tiene menos calorías, pero no te quedes solo con eso, la diferencia del input calórico del arroz blanco y el integral no es tan significativa.
El valor nutritivo de la variante integral se despega de la genérica al no estar procesada y conservar parte del salvado de la cáscara, por tanto, te aportará tres veces más fibra, aminoácidos como potasio y magnesio y antioxidantes, contribuirá a mantener bajo nuestro índice glucémico y tiene un metabolismo más alto y por consiguiente un efecto saciante más duradero.
Estos beneficios, lejos de “engordar” favorecen los procesos de control o pérdida de grasa, lo que no significa que salgas corriendo ahora a jactarte de arroz integral, pero sí es importante ampliar nuestra cultura alimenticia y reconciliarnos con muchos alimentos que han sido erróneamente catalogados.
El arroz blanco, en balance positivo, contiene menos de algunos contaminantes que absorbe del suelo y se acumulan en la cáscara, como es el arsénico, pero baja un poco la guardia ante la riqueza nutricional del grano integral. Tiene menos fibra, más almidón y menos vitaminas y minerales, de ahí que actualmente te encuentres muchas versiones de arroz blanco enriquecido y esto quizás acorte ligeramente la brecha.
Lo que sí es innegable es su versatilidad para el sinnúmero de recetas que lo coronan de protagonista y potencian su sabor y valía como uno de los alimentos a tener siempre en nuestra mesa. ¡Sí! Puedes disfrutar de una rica y saludable comida india sin temor a sentirte culpable o saltarte la dieta.
Arroz Basmati, pecado mortal
Uno de los arroces indios más conocidos es el Basmati, procedente de la zona del Himalaya y que se cultiva en muchas otras regiones del Norte de la India y también en Paquistán. Sus rasgos distintivos están en su forma alargada y fina y en su aroma y sabor peculiar, de hecho, su nombre significa “flagrante” en sánscrito, uno de los idiomas más hablado en India.
Esta variedad es la más utilizada en la cocina india. Puedes comerlo solo, como base de otros alimentos, servido con curry y salsas aromáticas, con guisos o chuletas de carne, vegetales… Y si esto fuera poco, señalemos por favor que tiene una calificación de índice glucémico relativamente bajo y es de lenta absorción, rico en vitaminas y minerales y bajo en grasas. Otro manjar de dioses nutritivo de la comida india.
Algunos de los platos indios con arroz más gustosos y populares son el Pulao o Pilaf, con mucho aroma y ligeramente sazonado, y el Biryani que se puede servir con diferentes carnes como pollo y cordero y también con gambas o verduras. La carne o las verduras y el arroz se cocinan por separado con sus propios condimentos y se combinan poco antes de servir.
Se utiliza el ghee o mantequilla clarificada para las diferentes cocciones y especias como jengibre molido, cúrcuma, cilantro y garam masala. También puedes encontrar versiones con vainas de cardamomo, ramas de canela y hebras de azafrán. Ocasionalmente se le incluye pasas, almendras y coco rallado.
¿Quién dice que el equilibrio perfecto no existe? Está más cerca de lo que crees, quizás en un platillo indio. Si se antoja un exótico arroz de la India, ven a Sagar donde podrás disfrutar de aromas y sabores de esta exquisita cocina milenaria y transportarte a la India sin moverte de Madrid.